martes, 15 de marzo de 2011

El dolor y la muerte se producen cuando una o más necesidades se encuentran insatisfechas, o la integridad individual (cuerpo-alma-mente) es vulnerada.

 

Sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos.
Fedor Dostoievski

Aquí también nos apartaremos de las conceptualizaciones metafísicas, y estableceremos el dolor como la antitesis del placer. El clamor de la necesidad insatisfecha, de la integridad vulnerada; un hambre que no come; una sed que no bebe; el grito del hueso fracturado; el envejecimiento que clama muerte. No hay en él negatividad ni aferramiento sino una fría imparcialidad. La impotencia de llenar el vacío, de cesar la enfermedad.

El dolor, como el placer, trasciende las consideraciones subjetivas, aun cuando es específico en  cada Hombre –especie-, y surge de manera objetiva, como resultado concreto de procesos (carnales-espirituales-mentales)  concretos que sólo culminan en la muerte.

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